La abultada derrota del Sevilla FC en Anfield puede parecer una hecatombe, pero nada más lejos de la realidad para un equipo en construcción, sin rematar en el apartado de entradas y salidas y con un nivel de los canteranos deplorable
No pudo cerrar peor la pretemporada el Sevilla FC a nivel de resultados. Los de García Pimienta han caído en su último compromiso estival ante el Liverpool por 4-1 en un encuentro en el que el preparador catalán seguro que ha aprendido de los errores. La falta de competitividad de los jugadores del filial, la ausencia de Sow o el bajo nivel de Suso explican un encuentro que, pese al voluminoso marcador final, no es el acabose.
Hace dos temporadas, el Sevilla FC cayó 6-0 ante el Arsenal. Lopetegui largó fiesta tras el encuentro, viendo la planificación tan desastrosa que se estaba realizando. Las sensaciones, evidentemente, iban a convertirse en una amarga y cruda realidad, con una temporada desastrosa que solo maquilló una Europa League heroica de Mendilibar. Esas mismas sensaciones se prolongaron hasta la siguiente temporada, esta vez sin la diosa fortuna cruzándose por el camino de los nervionenses.
El 4-1 que ha endosado el Liverpool al Sevilla FC deja, al menos, una sensación de equipo competitivo. Parece osado decir esto, pero es la realidad. Pretender que un equipo, que viene de arrastrarse durante dos temporadas en LaLiga EA Sports, pueda competirle de tú a tú a un gigante europeo es de ser ingenuo. El nivel de plantilla, con los componentes técnico-tácticos de las mismas, no puede ser más dispar. No es de buen gusto salir goleado en tu última cita de pretemporada teniendo que competir en cinco días, pero hay algunos detalles positivos.
García Pimienta cometió el primer error (si quería ganar el partido) de romper el dúo Saúl-Sow dejando al suizo en el banquillo y apostando por futbolistas como Ramón Martínez o Darío en el once inicial. Los canteranos no están para competir al máximo nivel y el único jugador del Sevilla Atlético que podría estar en rotación con el primer equipo no ha salido ni de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios (Idumbo). Hay que rotar en pretemporada y tenerlos en dinámica, pero el catalán debe de haberse dado cuenta de que estos futbolistas no pueden tener protagonismo en una temporada compleja.
Enfocándonos en el juego, el Sevilla entró bien al partido. Se pudo ver a un equipo que apretaba arriba con una presión cada vez más trabajada y que seguía intentando atacar a pocos toques. Idumbo tuvo la primera del partido en una recuperación en la frontal del área que mandó a las nubes ante Allison. Agoumé, firmando sus primeros minutos como sevillista tras su fichaje, formó un doble pivote interesante con Saúl e Iheanacho anduvo algo perdido, pero su juego de espaldas dejó detalles interesantes para un equipo que quiere combinar mucho en tres cuartos.
La dinamita del Liverpool arriba acabó imponiéndose, como prácticamente se podía apreciar desde el minuto 1. A pesar del buen partido de Nianzou en el centro de la zaga, los carriles -sobre todo el derecho- hacían aguas y Diego Jota y Luis Díaz, este por partida doble, acabaron con las esperanzas nervionenses de cerrar la pretemporada con una victoria. Con tres auténticos golazos, el encuentro quedó visto para sentencia en la segunda mitad.
En el segundo acto, Gudelj y Montiel ahondaron, aún más, el agujero que tiene el Sevilla en defensa. Rivera cuajó unos minutos que retratan a Manu Bueno y al resto de sus compañeros del filial salvo a Collado -fue de los mejorcito de la primera parte-, Sow logró conectar algo más el centro del campo y la delantera, Ejuke sigue siendo capital en este equipo por su desborde y Peque se estrenó con la elástica nervionense tras una buena jugada del nigerano por la izquierda y una mejor definición del catalán al palo largo. El gol no se pudo disfrutar en exceso por un error groserísimo de los dos primeros mencionados en defensa, que le cedieron a placer el balón a Nyoni que fusiló a Nyland desde la frontal.
Hay que ser realistas con la situación en la que se encuentra el Sevilla FC y, también, conscientes de que al fútbol juegan los futbolistas. Ni García Pimienta está mostrando el fútbol que muchos quisieron vender ni la plantilla está rematada al cien por cien. Pedirle a este equipo en construcción y en proceso de regeneración mirar por encima del décimo puesto es una osadía. Bastante bien está logrando poner en práctica conceptos complicados en una plantilla contaminada y viciada como la del Sevilla FC en estos instantes. No es plato de buen gusto perder 4-1 en tu último amistoso, pero no fue ni tan esperpéntico ni tan desastroso.
Sigue a La Filigrana en todas sus redes pinchando aquí.